“Héroe es una persona que realiza una acción
valiente y muy bien agradecida”. Y de acuerdo con ese sofisma, me puse a buscar
a jerezanos cuyas acciones los hicieran recibir el nombramiento de héroes en la
revolución. Pero, no encuentro ningún personaje…
Me proponen
que recuerde a Lino Rodarte… pero este jerezano símbolo de nuestra naturaleza
campirana, nada tuvo que ver con las luchas fraticidas que comenzaron en 1910. Fue
muerto mucho tiempo antes, luego de una gacha felonía que le fabricó su rival
en amores don Cruz Avalos, en marzo de 1886. Su padre, don Felipe Rodarte,
sufrió calladamente por 25 años la humillación que le hicieron sentir las
autoridades porfiristas y hacendados, que a todo momento le recordaban que su
hijo había estado fuera de la ley. El rico ranchero que ofrecía el peso de su
hijo en reales por su vida falleció de fiebre el 6 de Marzo de 1911 a las nueve
de la mañana y fue sepultado en el panteón de San Juan.
¿Podrían ser
héroes revolucionarios los miembros del club antireeleccionista jerezano que
comulgaban de las ideas de los Flores Magón? Los historiadores nos hablan de
José Othón Cabral, Luis Brilanti, Jesús Lazalde Castañeda, Catalino Hernández,
Florencio Berumen, Marcelino Ozuna, Nicolás Aguilar y Benjamín Berumen que
fueron detenidos por tropas del general Jesús Aréchiga, así como gente al mando
del temido Juez de Acordada Cruz Avalos y de Goyo Morales, jefe de los
carnitas. Desgraciadamente no hay más datos sobre estos preclaros hombres que ya
pensaban en un Jerez diferente.
¿Podría ser
héroe revolucionario J. Isabel Tovar, quien con su tropa “maderista” tomó Jerez
en la madrugada del domingo 21 de Mayo de 1911? A pesar de que estuvo desde ese
día hasta el sábado 27, de que impuso un préstamo forzoso a los comerciantes
jerezanos, de que liberó a los presos, de que permitió el saqueo de varios
comercios y el “montepío”, no se sabe nada más de su actuación en la revuelta
maderista. Solo que volvería a la plácida vida hogareña y moriría años después
en Abrego.
¿Serían héroes
los soldados Pedro Ureño de El Cargadero y Candelario Urbina que defendieron
sus vidas y murieron asesinados a manos de la gente de Isabel Tovar en la
madrugada de ese 21 de Mayo? Solo estaban cumpliendo con su deber y desquitando
su raquítico sueldo sin saber a qué se enfrentaban.
Jacinto Carlos, fusilado por los villistas. |
¿Serían héroes
todos esos jerezanos que impotentes veían morir a sus familias a manos de los
combatientes, que no se sabía casi nunca en qué bando andaban? ¿Serían héroes
esas madres de familia que llorosas le daban sepultura a sus pequeños hijos o
esposos que fallecían por la hambruna y epidemias resultado de esas guerras sin
sentido? En los archivos hay infinidad de registros en los que cuando se hace
referencia a las causas de muerte solo dice “por hambre”.
¿Podría ser considerado
héroe el sacerdote José del Refugio Gallardo y su madre doña Clara Barrientos
asesinados arteramente por el “general revolucionario” Daniel Vanegas y
quemados de manera vil y cobarde en una caldera?. El delito del sacerdote fue
el proteger los bienes que le fueron encomendados y que a pesar de la situación
de inestabilidad política mantenía trabajando en beneficio de la gente pobre de
Jerez.
¿Podría ser
llamado “héroe” ese general Vanegas que se sumó a la vorágine de intensas
luchas por el poder y que en realidad en lo menos que pensaba era en el cambio
del país, ya que sus intenciones eran conseguir poder, riquezas y mujeres?
Entre sus méritos están los asesinatos de gente pacífica, noble y trabajadora,
como don Cuco Peña –dueño de la finca del lado norte del Santuario- a quien
sacó enfermo del consultorio del doctor Villalobos; de don Ignacio Acosta y de
don Ignacio Rodríguez, sacrificados frente a sus familias, sin importarles
súplicas ni lágrimas ni nada. De doña Marianita Salinas, a la que de manera
brutal asesinó a balazos frente a la casa de don Hilario Llamas, por la calle
del Espejo. De don Enrique Raygoza quien tenía su comercio en la calle nueva y
lo mataron a cuchilladas y balazos solo para no pagarle lo que habían consumido.
De doña Rosa García Rincón, viuda de Severiano del Río, que se enfrentó con
valentía a los “revolucionarios” para proteger la honra de su familia. De doña
Ma. Guadalupe Rivero, viuda de José Julio Berumen, que se opuso a las
atrocidades del general Vanegas y sus secuaces.
¿Podría
considerar como héroe revolucionario a Dionicio García que al mando de su gente
cometió cuanta tropelía se pueda uno imaginar, incluidos asesinatos de hombres,
mujeres y niños y que por 22 días hizo un saqueo generalizado de Jerez?. Según
algunos historiadores, 1920 se da como fecha en que concluyeron los
enfrentamientos bélicos. Pero… todo quedó igual… o peor. Ambiciosos caudillos
armaban intrigas para hacerse del poder y seguía el merequetengue, como hasta
la fecha.
Nuestra ciudad
estaba en franca agonía, y un grupo resuelto de jerezanos emprendió la difícil
tarea de no dejarla morir. Se restableció el comercio, aunque ya sin los
grandes capitales de principios de siglo. Las calles quedaron como testigos de
lo que había acontecido: barandales en los que el mordisco de las balas era
notorio, así como edificios semidestruídos o semiquemados… los empedrados que
embellecían las calles, destruídos, arrancados y trozados los cables de
telégrafo y teléfono… todo lo que antes hablaba de modernidad fue destruido por
la barbarie de villistas, carrancistas, maderistas, obregonistas, huertistas,
orozquistas y deje de contar…
Hospital Civil. Quedó completamente en ruinas. |
¿Serían héroes
de la revolución, esos jerezanos y jerezanas que se dedicaron a reconstruir de
sus ruinas a nuestra ciudad?
En mi opinión
muy personal, las luchas que se dieron en la década de 1910-1920 no pueden ser
consideradas como benéficas para Jerez, pues la transformación radical en todos
los aspectos fue completamente negativa. Deberían pasar muchos, pero muchos años
para que Jerez sanara sus heridas.
LA CARTA. Como ya sabía, mi presidente no leyó
la carta que le dediqué. Y tanto que me esforcé para redactarla. Aunque lo más
importante se logró: que los jerezanos la leyeran y así dejar constancia de la
forma de trabajar de la policía municipal, especialmente del patrullero que el
domingo 4 traía a su cargo la unidad 124. Me aconsejan haga llegar mi queja a
Derechos Humanos o presente una denuncia en el ministerio público. Ninguna de
las dos cosas procede. Derechos Humanos a lo más que llegaría es a emitir una
“recomendación” que para nada sirve. Y la denuncia en el ministerio… me reservo
mis comentarios. Lo que sí creo que es
gacho que nosotros los jerezanos que vivimos aquí, que pagamos predial,
impuesto sobre la renta, sobre el trabajo, iva y demás, estemos manteniendo a
estos sujetos que en lugar de hacer el trabajo que se les encomienda en el
Bando de Policía y buen gobierno se dedican a otras actividades.
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