viernes, 1 de julio de 2016

LA FOTO DE 1877

La verdad ya me tienen harto los que presumen ser poseedores de la verdad absoluta en cuanto a historia local se refiere. Ese par de güeyes (porque nomás una yunta ajusto) nomás opinan para que digan que todavía resuellan. Más bien, están como los burros viejos que rebuznan y rebuznan pa’ que no les dé un llegue algún manadero.
Hace pocos días, Bernardo del Hoyo me envió una fotografía que encontró de pura casualidad en los archivos de la Fototeca del INAH. Una fotografía vieja y borrosa que aparentemente no decía nada. Al observarla con atención, nos pudimos dar cuenta que era una foto ¡de un Jerez completamente desconocido! ¡Del Jerez de 1870!
Para un historiador, ese hallazgo es muy importante y emocionante, pues permite recrear fielmente la historia. La foto la presenté en redes sociales, y para pronto un par de homofóbicos sujetos soltaron sus críticas venenosas y negativas, dudando hasta que la gráfica fuera de Jerez. Les tengo paciencia a esos pobres e indefensos animalitos del Señor, pero la paciencia también se acaba y me puedo enojar y decirles en su cara cosas feas de sus burriles antecesoras.
Bueno, la fotografía que me envió Bernardo, nos presenta un Jerez completamente desconocido. Deduzco que el fotógrafo subió a la azotea de la casa de la esquina de la calle de Guanajuato y plaza de armas, montó su tripié y sobre él su costosa cámara de cajón. Tomó una placa de norte a sur, en la que se aprecia el santuario con una sola torre. Y luego giró un poco su tripié y cámara, unos veinte grados al sureste y tomó lo que era la plaza de armas, al fondo la finca de los Escobedo y de los Berumen, todos con sus portales de medio punto. Y más al fondo se aprecia la torre de la parroquia, el remate de su frontis y la cúpula.
Ya nos comunicamos con la fototeca del INAH a ver si tienen esa gráfica con mejor  resolución, para estudiarla con cuidado y poder ofrecer más detalles sobre la misma. Pegué tal foto con la que ya conocemos del santuario con una torre, y me atrevo a asegurar que son compañeras, que las dos fueron tomadas por el mismo fotógrafo, a la misma hora y el mismo día.
Por lo pronto, podemos observar lo siguiente:
1. No existía el jardín. En 1887 el jefe político Rafael Páez comenzó a realizar las obras preparatorias para sembrar un jardín en la plaza. A pesar de los obstáculos, a fines de ese año ya estaba terminado un acueducto de “cal y canto” que desde la calle de las Higueras (Mina) y por el ala sur de la calle del Álamo (Hospicio ó Emilio Carranza) llevara el agua para regar el jardín. De igual manera se estaban construyendo faroles para el alumbrado y sofás de hierro y madera. Las dificultades seguían, llegando a tal grado el enojo, que un día Rafael Brilanti mató el caballo del jefe político por disputas sobre el jardín. (Los Brilanti tenían su residencia en el lado oriente de la plaza, por lo que el jardín les afectaba la visibilidad). En los primeros meses de 1888 se emprendieron las obras con tal ímpetu, que Rafael Páez dice: “…en el centro se está construyendo un kiosco, desde marzo se le formó un octágono de 48 columnas de piedra de cantería que formó el zócalo del referido kiosco, en ese mismo mes comenzó a levantarse el pabellón de madera, fierro y zinc”.
2. El santuario tenía solo la torre del lado sur. La del lado norte fue construida por iniciativa del dinámico presbítero Andrés Vicente López y se terminó en 1885. Al lado norte se pueden apreciar solo los arcos para las campanas del reloj.
3. El edificio de la jefatura política tiene en la parte superior de cada puerta “mirillas u ojos de buey” que servían para la ventilación. Esas mirillas fueron tapiadas cuando se reconstruyó por primera vez, en 1928.
4. El portal de los Escobedo (extremo izquierda) se reconstruyó a principios del siglo XX, y se inaugur{o como lo conocemos, el 13 de abril de 1910, imponiéndosele el nombre de “Portal Humboldt”, por iniciativa del franco-alemán Andrés Buhr, quien era el soporte de las variadas industrias de los Escobedo. El franco-alemán se quedó en Jerez y se casó con Aurelia Robles Maldonado. Al menos hay datos de tres de sus hijas: Rosa María, Ma. Aurelia y Aurora. Falleció el 22 de junio de 1912 a la edad de 59 años. De su familia poco se sabe luego de la revolución. Tal vez emigraron a otras tierras, como muchas otras gentes que salieron de Jerez solo con lo que traían puesto. En 1914, el gobierno del municipio le embarga la casa que fue de su propiedad, en la primera cuadra de la calle de la Parroquia, por falta de pago de contribuciones.
5. Las bancas de la plaza eran de cantera. Cuando se construyó el jardín, las acomodaron en la plazuela del mercado (plazuela Reforma). Todavía existen pedazos de ellas en el callejón del lado poniente (atrás de la escuela).
6. Se puede apreciar en lo que es la plaza, algunos “quitasoles” o sombras de vendedores de jarros y ollas principalmente.
7. En ambas fotos se aprecian los faroles del alumbrado, montados sobre columnas de cantera.
En fin, bastanntes son los detalles que encontramos en esas fotografías, que nos ofrecen una imagen del Jerez en que vivieron nuestros abuelos o bisabuelos, allá por 1877.
Hasta el momento, sé de la existencia de más de 10 fotos que tienen qué ver con Jerez, anteriores a 1890 y son:
1. La presente foto de la plaza de armas.
2. La fotografía estereoscópica del Santuario con una torre.
3. Otra fotografía estereoscópica del exterior del Teatro Hinojosa.
4. Otra más, donde se puede ver el lado sur de la parroquia y la calle de la Aurora.
5. Otra tomada desde el barrio del “Rescoldillo”.
6. La de la fábrica de muebles “El Progreso”, por la calle de la parroquia. Fotografía de Weimer.
7. La de la fábrica de carruajes de los Sifuentes.
8. Otra de los Sifuentes simulando la compra-venta de un carruaje.
9. La del interior del teatro Hinojosa, posiblemente de Weimer.
10. La de la imagen de la virgen de la Soledad, del italiano Santini.
11. La del exterior de la capilla del Diezmo, etc.
Y, el grabado aparecido en el hebdomadario francés “Le Monde Illustré” del 21 de mayo de 1864, que ilustra “Una compañía del 1er. Batallón de cazadores a pie dispersa un cuerpo de guerrilleros en Jerez (Estado de Zacatecas).” El pie del grabado reza: “Une compagnie du 1er. Bataillon de chasseur á pied disperse un corps de partisans a Jerez (État de Zacatecas)”.



Tengo en mi poder muchas otras fotos de Jerez que poco a poco daré a conocer, para que les dé coraje a mis dos eternos y furibundos detractores.