viernes, 21 de enero de 2011

EL ESCUDO DE JEREZ

Don J. Jesús Félix Valdés fue un popular personaje jerezano que vivió importantes momentos de la historia jerezana y los dejó consignados en sus dibujos  y narraciones que aparecieron en muchos periódicos y revistas de la época. Hacía mancuerna con don Alberto Márquez “El Farolito”, y entre los dos publicaban cada año una edición de calaveras que eran muy discutidas, buscadas, criticadas y satanizadas.
Don Jesús Félix no se dedicaba al dibujo de manera profesional, era sastre, conocí su taller por la calle del Santuario, una lámina pequeña en color azul con letras blancas pregonaba “Sastrería Félix”, después se cambió al callejón de la Parroquia.
Su esposa, María Luisa Ortiz, recientemente fallecida, fue muy conocida por todo el barrio (vivía en la esquina de Esmeralda y Hospicio) amablemente me facilitó para que los copiara muchos de los dibujos de don Jesús. (También sus hijas e hijos me facilitaron material). Por cierto agradezco al Sr. Javier Félix el obsequio. Un gran detalle.
El Sr. Félix dibujaba por diversión, por gusto. No usaba papel ni lápices adecuados. En pedazos de cartulina, hojas de cuaderno, envolturas de cigarro, etc., plasmaba lo que se le ocurría. En el Semanario Jerez y en la revista del mismo nombre que hacía el Profr. Fernando Robles, hay testimonios de su creatividad.
En 1959, los directivos de la Cámara de Comercio acudieron con don Jesús, solicitándoles que les hiciera un escudo para el uso de la Cámara, para papel membretado, sobres, credenciales, etc. Y don Jesús les entregó una cartulina dibujada con tinta china. No vio libros de heráldica ni de genealogía para hacerlo. Lo hizo a su buen ver. En la parte superior dibujó el “triángulo sombrío” de Nuestra Señora de la Soledad coronada con una cruz, ambos elementos descansando sobre un pergamino con el título de “Villa de Xerez”. Mas abajo, encerrados en un perímetro peculiar de un escudo de combate, divididos de izquierda a derecha por una línea transversal representando una “muralla”, se encuentra un arco aborigen sujeto por dos manos en actitud de disparar, y en el inferior se ve el brazo castellano en posición de ataque, indicando con ello la simbiosis de dos culturas, la villa de Xerez de la frontera de antaño.
Autocaricatura de don J. Jesús Félix dibujando 
Por varios años este escudo se usaba regularmente en la papelería de la Cámara. En 1968 cuando llegó a la Presidencia el Profr. Fernando Robles, le indicó al Síndico que entonces era don Juan de Santiago, la necesidad de que el municipio contara con un escudo que lo identificara. Don Juanito recordó que la Cámara tenía el dibujado por don Jesús Félix, y habló con el presidente de los comerciantes para que les cediera ese escudo.
Lo consultaron con el autor, y dijo que para él “sería un orgullo que Jerez se identificara con el escudo diseñado y dibujado por él”. Desde entonces se comenzó a usar como emblema jerezano, agregándole un listón con la leyenda “Tempus Fugit Laboremus”.
Este escudo, con el paso del tiempo ha sufrido modificaciones, consistentes en color y afinado de detalles, pero es el mismo que don Jesús dibujara allá por Noviembre de 1959.
Caricatura de don Alberto Márquez "El Farolito"
Hace días me encontré con la novedad de que alguien se adjudicaba la autoría de este escudo. Y eso no es raro, pues si hasta la imagen de la Virgen de Guadalupe está registrada como marca desde el 28 de febrero de 2002, por un chino llamado Wu You Lin. También se dice que el Himno Nacional es de los estadounidenses Harry Henneman y Phil Hill. Al rato alguien listo se apropiará de la Virgen de la Soledad de Jerez como marca.
MOLESTIA. Respecto a lo escrito en la semana anterior, varios trabajadores del volante me mencionaron que cuando el evento de Los Morales, quienes llegaban de fuera preguntaban en la Presidencia cómo llegar al lugar de la pachangona. A veces los taxistas se acercaban y les decían que ellos los podían llevar, que para eso estaban, pero les respondían que no era necesario, que una patrulla los llevaría. Consideran que los taxis son para transportar personas, que ese es un trabajo. Y las patrullas y policías tienen otras ocupaciones. Coincido con los taxistas… de por sí no hay jale…
LIBROS. Me da mucha satisfacción el saber que ya casi se vendieron los primeros 100 ejemplares de “Conozco Jerez”. A algunas personas les parece caro ($ 180), pero es que a mí no me patrocina ninguna institución cultural o educativa, así es que lo que saco de la venta es para pagar el papel, impresión, y seguir con el que sigue: “Leyendas e historias de las calles de Jerez”.

miércoles, 19 de enero de 2011

¡EL TURISMO SI EXISTE!... dicen

Hace Poco escribí algo sobre los guías de turistas mentirosos y lo que afirmaba uno de ellos acerca de que en Jerez no hay alternativas de turismo. Para pronto se deja venir un disgustado lector y muy enojado dijo que yo escribía puras pendejadas. Que si no me daba cuenta de los ambiciosos programas que al respecto se realizan, que si no sabía del éxito que tuvo el encuentro ese de Los Morales. Que preguntara con los prestadores de servicios, hoteleros, restauranteros y agencias de viajes. Total, hasta me dijo que parecía que ni era jerezano por las expresiones tan negativas que tenía para la ciudad que tanto digo querer.
Yo muy atento, le pedí al sujeto muchas disculpas, tal vez por mi falta de información, pero no lo convencí y amenazó con no volver a comprar el periódico “El Alacrán” y que en lo sucesivo compraría otro que hasta en el nombre reafirma la vocación jerezana. ¡Chin! Ya perdí uno de mis ocho lectores. Eso me deprime, no vaya a ser que Javier Torres me cobre los seis pesos de ese periódico.
Y como no soy de los que dejan las cosas a medias, me dediqué a investigar a ver cuáles son los “ambiciosos programas”, y la verdad no encontré todavía nada. A lo mejor cuando el gobierno dé a conocer el Plan de Desarrollo, por ahí estarán muy escondidillos, pero no los conocemos.
El encuentro ese de “Raíces de nuestra tierra” no tuvo impacto económico notorio en los bolsillos jerezanos, solo para los organizadores. Es como los circos. La entrada es gratis, pero ya dentro te cobran al precio que quieren las palomitas, los globos, la foto, las papitas, etc. Así, las ganancias gordas se las llevaron los organizadores. Decían que eligieron “Los Morales”, porque es un punto medio entre la ciudad y la sierra de los Cardos y “genera una energía positiva para estos actos ceremoniales”. Los que conocen de esto, saben que en Jerez hay tres puntos que forman un triángulo equilátero y es donde confluyen todas esas energías que se asegura el cosmos nos da. Y ninguno de esos puntos está en Los Morales. Ni siquiera ha sido centro ceremonial de los “wixarikas” o huicholes en su anual peregrinación peyotera a Real de Catorce, como también aseguraban. Los “chamanes” de la región, no estuvieron presentes porque no eran parte del “show”. Entonces, este evento, como llegó, se fue, sin pena ni gloria.
Muy atentos a multar a los "extranjeros"
Anduve de méndigo preguntando a los “prestadores de servicio”, y todos, todos me aseguraron que esta temporada decembrina ha sido la peor en muchos años. Los parientes ricos no vinieron a visitar a los parientes pobres, por razones harto conocidas. Los comerciantes vendieron puro chile. Y los pocos turistas que se aventuraron a llegar a Jerez fueron gachamente jodidos por los tránsitos que con cualquier pretexto los paraban (vehículos decentes con placas extranjeras o de otros estados eran sus víctimas). Como no les podían poner multas, los amenazaban con la grúa hasta que soltaran jugosa mordida. Así le pasó a mi hermano que por primera vez en muchos años se animó a venir a su terruño, y ¡papas! Se lo vacunaron los mordelones solo por traer placas de Coahuila.
Bueno… otra oportunidad de recibir turismo es el sábado de gloria, donde Jerez se convierte en una cantinota y sí hay ganancias. Ya los demás días de la Feria, ni para qué les cuento, no hay nada.
Pero ellos sí se pueden estacionar donde quiera...
Reconozco que sí hay grupos de visitantes que continuamente están en Jerez, pero no dejan nada (¿o sí? Porque van al excusado). Son de los que traen las agencias de viajes. Ahí andan los pobres viejitos en chinga corriendo para alcanzar al guía que megáfono en mano les explica de la manera más rápida posible lo que se le ocurre sobre Jerez. No comen aquí, no compran nada, creo no pagan ni la entrada al museo y de pilón solo vienen a engrosar el volumen de nuestras aguas negras, porque con la carrerreada que les pone el guía se les afloja el mastique.
También hay los visitantes tipo “Fidel Castro”: ¡Comes y te vas!. Esos son enviados por el gobierno del estado. Ya nomás hablan las autoridades estatales: “Ahí les mandamos al grupo más chingón de intelectuales de Chiconcuac y la Patagonia, les dan de comer, los pasean, les ponen el tamborazo, les invitan unos tequilas y les dan unos regalitos”. Y todo eso se paga con nuestros impuestos, con los recursos que el municipio podría utilizar para otro tipo de actividades que resultaran productivas e importantes para Jerez. ¿Qué nos queda el orgullo que nos visitó Juan de las cuerdas? Mejor sin orgullo, pero sin gastar billullos (como decía Lalo el pollos, que también puso sus granitos de arena en sus fallidos proyectos para activar la cacaraqueada “industria sin chimeneas” en Jerez).
En cada administración surgen “Proyectos o Programas de Desarrollo Turístico”, que hacen chilangos de FONATUR, FONDEN, por medio de empresas como “Rema, Estudios y Proyectos, S. A. de C. V.” y que son vendidos (a la de a fuerzas) por las autoridades de turismo al municipio. Como son proyectos copiados de otros que nada tienen que ver con Jerez, pues no son aplicables.
En los tiempos de Lalo el pollos, quería hacer recorridos turísticos en carretas tiradas por chivos. Quizá el sueño estuviera bien, pero se le olvidó la infraestructura para tales recorridos, además que los chivos los jerezanos solo los conocemos en birria. Cuando estuvo Andrés Bermúdez al frente de la administración municipal, aparte de tomatizar toda la región, pretendía hacer un balneario y hotel en “Puerta de Chula”. Tanta era la seguridad de eso, que ya los ejidatarios se sentían ejecutivos hoteleros.
Hace tres años, le presentaron el programa a la autoridad en turno. Y se les ocurrió a los burócratas que lo hicieron, que iban a hacer un “jardín del arte” entre el portal de las palomas y el edificio De la Torre. Solo que se les olvidó un “pequeñito” detalle: el espacio que pertenece a las familias Mercado y Briseño no está en venta, y si se vendiera el municipio no tiene con qué comprarlo. También se les ocurrió que en la comunidad de Los Félix harían un gran balneario. A ver con qué jalada salen esta vez, aunque no esperemos gran cosa, porque en Turismo Estatal solo saben patrocinar libros plagiados, y su titular es ese que quería ser gobernador y desde temprano estaba a chingue y chingue (bueno, sus achichincles) llamándonos por teléfono para recordarnos sus pretensiones. Como no quedó de gobernador, lo pusieron ahí, como premio de consolación.
En esos mismos proyectos, que desde el nombre están mal, porque son para el municipio de “Jerez de García Salinas” (nuestro municipio se llama “Jerez” a secas) se dice que el turismo no funciona aquí por: Falta de coordinación entre autoridades y empresarios para desarrollar programas enfocados al turismo. Falta de recorridos turísticos y de productos dirigidos al segmento infantil. Falta de promoción en segmentos de mercado específicos. Existencia de horarios inapropiados en el museo y los comercios para el turismo. Falta de capacitación de los empleados que atienden al turismo. Inexistentes procesos de calidad en los servicios turísticos. Falta de cultura y coordinación empresarial. Pérdida de patrimonio edificado. Falta de competitividad. Apatía para ofrecer calidad en los servicios. Herencia de costumbres migratorias. Falta de infraestructura turística. Desaprovechamiento de áreas de oportunidad turística.
Falta de desarrollo de productos productivos. Desconocimiento de productos. Falta de difusión  y promoción de los productos turísticos. Falta de calidad en los servicios turísticos. Falta de accesibilidad a productos turísticos de bajo costo.  Falta de proyectos turísticos sociales. Desconocimiento de apoyos financieros para el turismo. Falta de empresas generadoras de productos complementarios al turismo.
Falta de un programa de educación en cuanto a limpieza de calles. Falta de programas de educación ambiental, forestal, educación vial, etcétera. Falta de un programa agresivo de vialidad. Falta de estacionamientos. Pocas oportunidades de empleo. Falta carretera directa al aeropuerto. Exceso de reductores de velocidad. Deficiente nomenclatura urbana Inadecuada ubicación del sitio de taxis “Jerez”. Falta del idioma Inglés. Falta de difusión de tradiciones. Que el migrante no regresa. Pérdida de identidad de los migrantes. Falta de un adecuado manejo de las remesas en proyectos sociales y productivos. Falta de orientación para la inversión de las remesas. No contar con slogan publicitario. Incremento del ambulantaje. No mejorar calidad de vida de jerezanos. Apatía y egoísmo. La falta de cultura en las personas. El no organizarse y mejorar la actitud de las personas hacia el turista en los servicios que ofrece. Falta de organización. Pérdida de calidez en la gente.
Concluyo, que según estos expertos, nos faltan hasta calzones turísticos… leí que ya se va a “reinaugurar” el museo que se inauguró mucho muy al vapor en la “noche triste” de Avila Cortés. A ver si ahora lo reinauguran de día y no en lo oscurito. Y a ver si ahora sí me invitan, al cabo ya no le echaré porras al cronista.
YA HAY LIBROS. Y como dijo “la negra” a sus pupilas: “A ver muchachas, enseñen sus armas”. El que no enseña no vende, les presumo mi libro “Conozco Jerez”. Ya está a la venta en la recién remodelada Regalos GERSY, en Cassetes ARA en el mercado, en VIDEO REC, en Nevería EL PARAISO, en Publicaciones SOFIA, en Librería SANTIAGO DE GALICIA y en mi casa, Reforma No. 51.
Aclaro: "La Negra" era una madrota que tenía una casa de citas... para los que no saben...

FRANCISCO GONZALEZ OROZCO


Siempre fue un buen amigo. Lo conocí desde que yo era joven y comenzaba a andar de la mano de José Castaño en la experiencia y en el mundo fantástico que ofrecía el teatro, participando en los “skechs” del “Mundo Globero”, en obras pequeñas y otras no tan pequeñas. Panchillo era la voz mesurada, el respeto que por la confianza no le teníamos a Castaño. El gusto que tenía Panchillo por el teatro le venía de mucho tiempo atrás, hay fotografías de los sesenta donde aparece personificando diferentes artistas.
En las largas veladas que sosteníamos en el jardín chico, nos contaba que su padre –Sebastián González Carmona- había participado en varias luchas revolucionarias cuando contaba apenas con 16 años. Luego de la toma de Jerez en 1913, los villistas establecieron su cuartel en Ciénega, y ahí fue don Sebastián a darse de alta con el capitán primero de caballería Victoriano Anguiano. El 2 de marzo de 1914 tuvo su bautizo de fuego cuando se enfrentaron en la Hacienda de Trujillo contra las tropas huertistas del general Gallardo. Al siguiente día siguieron dándose de balazos pero ahora en la hacienda de Santa Cruz contra las mismas fuerzas de Gallardo. A principios de junio le volvieron a sonar a los soldados de ese mismo general (ya lo traían entre ojos) cuando evacuaba la plaza de Fresnillo.
Y  del 13 al 17 de junio, estuvieron “ablandando” al enemigo en las cercanías de Zacatecas, previo a la llegada del general Pancho Villa, que con todo el poder de sus dorados derrotó una semana después a las tropas del jerezano Luis Medina Barrón en un hecho contundente y sangriento que pondría fin al dominio huertista. Esto contaba muy orgulloso de las andanzas de su padre, a quien también conocí como un sencillo cargador.
A veces, yo acompañaba a Panchillo en su recorrido por diversos lugares para entregar los “cachitos” de lotería que previamente le encargaban las personalidades y comerciantes de los años setenta. En ese recorrido, invariablemente íbamos a dar a la Parroquia, donde se quedaba extasiado admirando y revisando el decorado. Y no por nada, es que él tuvo qué ver en ese trabajo, porque allá por 1952 fue elegido para ayudarle al maestro Pedro Domínguez. A pesar de estar en plena adolescencia, tuvo la responsabilidad para que se le asignaran esos trabajos tan delicados, pues se utilizaba oro de hoja de 23.5 kilates para decorar las rosetas y rosetones en los arcos y muros de la Parroquia de la Inmaculada. Luego acompañaría a su maestro ayudándole a realizar trabajos de ese mismo tipo en otros templos de la región. De ahí le nacería la inquietud de hacer decoraciones en yeso y en madera blanda como caoba, cedro, álamo, sauce, pino.
Cuando lo visitaba en su casa, allá por la calle Morelos, siempre me presumía los marcos y repisas que pacientemente realizaba. Algunos ya terminados y en los que se podía apreciar la mano del artista, otros a medio grabar esperando el momento de inspiración para ser acabados. Hay que decirlo: su mamá y su hermana no me dejaban retirarme sin antes probar de las sencillas viandas que preparaban para el diario.
Panchillo –como buen bohemio-, tenía además una facilidad para la música. Agarraba la guitarra y nos acompañaba de buen talante a las innumerables serenatas que se nos ocurría en esos entonces llevar. Cuando el maestro “Lencho” formó la “Sociedad Coral Amigos de la Buena Música”, ahí estaba Panchillo, yendo todos los días a estudiar, a vocalizar, a participar…
A veces, en las noches lunadas nos compartía algunas de sus composiciones, mismas que con la ayuda de familiares y amigos logra producir en un CD en enero de 2008, llamado “Canto a México”. En esta grabación, muy bien lograda, destacan varios temas, como “Dora Elisa” que ya conocíamos de años atrás: “… Dora Elisa, mi amor que te espera, mujer limpia y bella… mi tristeza, que estando contigo, se borran las penas y todo es placer…”. Nunca supimos si fue manifestación alegórica de algún amor secreto o platónico de Panchillo. También cantaba “Rocío”: “… Rocío de las noches de luna, el nombre de hermosa creatura; rocío que bañas las flores, tú bañas también mis amores…”.
En los últimos años, debido a su enfermedad, Panchillo se encerró en su casa, solo salía para ir trabajosamente y apoyado con muletas a Misa de once en el Santuario, a postrarse ante la imagen de la Virgen de la Soledad, de quien siempre fue muy devoto. A veces iba con su amigo Joel Flores Chávez o nos llamaba por teléfono a los que todavía nos consideraba sus amigos. Hace pocos días, Panchillo ya no pudo ir físicamente a postrarse ante su Virgen de la Soledad. Abandonó este mundo terrenal y su espíritu se fue con sus recuerdos, con sus querencias, a ofrecer su plegaria ante el supremo creador.
Hay que aclarar que todo mundo le decía “Panchillo” no porque fuera alguien insignificante, sino por cariño, por familiaridad, sin que por ello se perdiera el respeto a la persona. A mí me dicen “Miguelito”, cuando bien me va…