miércoles, 29 de julio de 2009

LAS FERIAS SE ACABARON

Pocos son los datos que se tienen para conocer cómo eran las Fiestas de Abril en el siglo XIX, pero la tradición de la quema de judas y el paseo charro viene de entonces. En la época porfirista se habla de que tuvieron mucho esplendor, pero son muy pocos los relatos y fotografías que de entonces hemos obtenido. El sábado 19 de abril de 1913 fue fatídico para los jerezanos ya que al ser tomada la ciudad de forma muy violenta y cruel, casi desapareció. Quienes sobrevivieron, pululaban como fantasmas, soportando atropellos constantes, mucha hambre, enfermedades y así terminaron muchas costumbres que le daban aires de cultura y grandeza a esta pequeña provincia. Y fue también en Abril, el viernes 14 (de Dolores) de 1916 cuando los villistas tomaron por enésima vez la ciudad, y la desmantelaron por completo. Por 22 días hubo un saqueo generalizado, desapareciendo así ricos mobiliarios, bibliotecas completas, pinturas, imágenes religiosas y cuanto veían mal parado los secuaces de Sabino Salas. Poco fue lo que se salvó de esa rapiña. Tres meses después, el hambre y una grave epidemia acabó con las dos terceras partes de la población de Jerez.
Don Francisco Reveles, cura de Jerez, inyectó entusiasmo entre la población para que se siguieran celebrando las fiestas de abril, y el 21 de abril de 1921 bendijo la campana mayor de la Parroquia, evento enmarcado en las fiestas, que dependían de la iglesia, ya que el ayuntamiento tenía especial preferencia por la celebración de las fiestas patrias.
Desde esa fecha, los jerezanos hacían esfuerzos por devolverle a Jerez el esplendor perdido, reactivando la pequeña industria y el comercio. Aunque había otro grupo, el de los agraristas, que tenían el mando político y más interesados estaban en hacerse de las antes fructíferas tierras de las Haciendas, convirtiéndolas después en ejidos improductivos y yertos.
En 1925, fue electa la primera reina de las Fiestas de Abril, y su coronación se realizó en uno de los andadores de la alameda. Ella fue Petrita Félix Sánchez, quien tres años antes fuera reina de las fiestas patrias.
Luego, se vinieron los conflictos de “la cristiada”, y todo el entusiasmo por revitalizar Jerez se fue al carajo. Entre los agraristas y las tropas de Anacleto López le dieron en toda la torre a la población. Fue hasta 1935 cuando tenemos noticias de que se reorganizaron las fiestas de primavera, con el auxilio de los militares acuartelados en Jerez al mando del Teniente Mario Ballesteros, quien coronó en esa ocasión a Cuquita Amozurrutia en el kiosco del jardín principal. De ahí, la organización de las fiestas de primavera fue corriendo a cargo de los comerciantes, y fue cobrando la importancia que tenía antes de la revolución, por ello en 1937 el gobernador del estado, Gral. Félix Bañuelos se dio su vueltecita por Jerez para coronar a la reina Josefina Escobedo Carlos (una niña de tan solo 15 años de edad).
El siguiente año, los organizadores de las fiestas se integraron en un “Comité Directivo para las Fiestas de Primavera”. José G. Gómez (autor de la Marcha Jerez) estuvo al frente de ese comité. Desde entonces se logró que personas representativas de la sociedad jerezana se encargaran del festejo anual. Nueva mentalidad, nuevos eventos, en los que destacó la “Exposición Agrícola Industrial y Ganadera”, que realmente fue la primera, aunque tales exposiciones se han computado desde 1959.
En los años cuarenta decae la fiesta, y solo hay noticias de que en 1944 se eligiera reina, siendo ella Rosa María del Río Lira, coronada por Jesús Vela en el Teatro Hinojosa.
En 1950, al término de la segunda guerra mundial, los jerezanos insisten en evolucionar y modernizar su fiesta, organizando eventos que se convertirían en tradicionales.
Para los que deveras eran charros se organizó “el juego de la sortija” en la alameda, que consistía en colgar listones de colores con una argolla de pocos centímetros de diámetro y el jinete tenía que ir a toda carrera en su caballo armado de una vara… y meter la vara en la sortija… ahora, los que dicen que son charros andan en friega lazando los judas,con el cuaco parado, y ni así le atinan…
En 1952 se convocó a las gentes más conocidas y más activas de Jerez para formar el Patronato pro feria, llamándole ya “Feria Regional de Primavera”, patronato encabezado por el Doctor José Acevedo Solís, el profesor Fernando Robles Zepeda, Antonio de Haro Saldívar y José Huízar.
En 1954 se realizó la primera carrera automovilística Zacatecas-Jerez que hizo muy famosa a la feria jerezana a nivel nacional, evento que sería interrumpido el 30 de abril de 1973 a causa de un grave accidente.
Como en 1957 el campo no fue favorecido con las lluvias, las fiestas de 1958 casi fueron suspendidas, no hubo elección de reina, limitándose a varios eventos aislados. Pero para que no murieran las tradiciones jerezanas, en 1959 se forma por primera vez la Junta de Mejoramiento Moral, Cívico y Material que por muchos años fuera la encargada de la organización de la Feria de Primavera.
Realmente era un honor el pertenecer a esta Junta, y por ello, quienes eran convocados para algún cargo, aceptaban de muy buena gana.
Cabe mencionar que durante la feria de Primavera de 1967, se realizaron los Juegos Florales “Suave Patria”, siendo los primeros y no los que organizaran el año pasado. El ganador de esos juegos se le entregó la “Flor de Oro” elaborada por don Pascual Torres, quien hiciera también la corona de la Virgen de la Soledad.
Es curioso, cuando la población de Jerez era menor, el Patronato de la feria (Junta de Mejoramiento moral, cívico y material) estaba integrado por casi una veintena de personas, cada una con una comisión qué cumplir. La feria dejaba utilidades jugosas. Ahora que la población es mayor, el patronato lo integran solo dos o tres gentes que actúan a su libre albedrío, sin pensar en el beneficio de Jerez, en el enriquecimiento y conservación de las tradiciones y costumbres… y nomás no dan una…

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